Big Fish

      A Tim Burton's Film. Quizá la película con un tinte menos oscuro de este director pero posiblemente la más extraña. Nos cuenta la historia de un cuenta-cuentos, un hombre que relata la historia de su vida mediante pequeñas historias en las que se centra en imponer un poco de la ficción con la que a él le gustaria haber vivido. Nuestra "función" es separar lo ficticio de lo real.

      La gracia del argumento, además de la fantástica creatividad que una vez más nos demuestra este veterano director, es la relación que hay entre padre hijo. Burton tiene una ligera obsesión por arreglar las cosas entre sus personajes en el último momento y aquí no se hace de rogar, aunque eso ya lo veréis (si queréis, claro).

      

      Como protagonista principal tenemos a un maravilloso Ewan McGregor en el papel de joven aventurero que encarna al padre de William Bloom (Billy Crudup). Encarna las historias que cuenta Albert Finnie (Edward Bloom) que consisten en explicar como logro sus mayores hazañas en su juventud de una manera un tanto fantasiosa, haciendo uso de fábulas inventadas por Burton en el guión.

      La verdad es que no sabría deciros con certeza cual es el secreto de esta peli. A mí me encanto por el simple hecho de la imaginación de la que se vale este director para crear, desarrollar y acabar personajes y como te pone en situación como espectador dentro de la película con fantásticos paisajes irreales y completamente soñados por todos. La mayoría de las veces se centra en el éxito del protagonista en la totalidad de sus acciones, por ejemplo, en una de las primeras historias habla de que él, el muchacho más alto del pueblo, es reconocido por eso, como el mejor del pueblo por esa simple cualidad, que le hace conseguir una serie de victorias por encima de los demás. Después se muestra una contradicción con su correspondida victoria: conoce a un gigante, a un hombre enorme que se aloja a las afueras de su pueblo, Karl el gigante (Mathew McGrory) al que consigue convencer de que vaya a la ciudad, donde todo está condicionado a su tamaño. En resumen, la película se basa en el logro de valores positivos, poniendo en práctica sus valores ya practicados y en encontrar su amor verdadero, así como la exaltación del valor, que es al final la principal cualidad de Edward.

      

      La otra cara de la moneda es su hijo Will: cansado de escuchar historias y con su padre a las puertas de la muerte, viaja a su pueblo natal, a casa de sus padres, para conseguir información veraz sobre la vida de su padre. Lo que pretende es que su padre le cuente las historias como en realidad son, y no como meros cuentos o fábulas. El cuento que sin duda es el más importante es el que la película lleva como nombre: "Big Fish". Esta es la moraleja final de la película, que se va describiendo a lo largo de la misma y que ya descubriréis (no os lo voy a decir que, si no, no la veis...).

     

      El film destaca sobre todo por el esfuerzo ya conocido de Tim Burton por poner en práctica su imaginación con unos escenarios de cagarse: aquí no predomina la oscuridad, ni mucho menos. Es más, es una peli muy luminosa, muy colorida, me atrevería a decir que incluso artística. Muchos hablan de Big Fish como la opera prima de Burton. Para mí no lo es (me encanta el rey del mal, Jack Squeleton), pero sin lugar a dudas es una obra de arte, una obra maestra en todos los aspectos. Ni siquiera el guión es simple y mira que sería fácil hacer una peli así con un guión simple, pero hasta este aspecto se nota que está muy cuidado.

      Se nota su estilo oscuro en varias de las escenas, aunque ninguna llega a Sweeney Todd o Eduardo manostijeras, lo que le da una brillantez exquisita, una mancha bien formada en su "negro" expediente. Sin más dilación y con una opinión más sobre la que apoyaros para verla, os doy permiso para su posterior visionado y...

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