domingo, 7 de julio de 2013

Lock, Stock & Two Smoking Barrels

         Damos a conocer hoy una de las obras magistrales de Guy Ritchie, director británico que consumó su éxito con Snatch: Cerdos y Diamantes y está dotado de un estilo único con respecto a la fotografía y a un guión de acción paralelo en todos los personajes.


              
        Lo más destacable de esta película es que aquí es donde empieza esa magia con la que trabaja Ritchie: planos con ángulos muy poco vistos y unos planos aberrantes que no se suelen ver con tanta abundancia. En cuanto sonido, primero, el doblaje es muy bueno, sin fallos muy trascendentes, a menos que te importe escuchar a Jason Statham con una voz distinta a la que estamos acostumbrados (la que en Snatch ya está como la voz de siempre). En segundo lugar, la música es muy de Tarantino, usando canciones clásicas de Rock. Por último, el sonido general está muy logrado, sin ruidos ni rasgados.

            Los personajes sufren una constante evolución, sobre todo los cuatro amigos que tienen el papel principal (Jason Flemyng como Tom, Dexter Fletcher como Soap, Nick Moran como Eddy y Jason Statham como Bacon). Además de esto, dichos personajes están muy logrados en cuanto a que cada uno cumple una función que no se esperaba desde un primer momento.


En cuanto al guión, no nos supone ninguna queja. Personajes que convergen en un punto final, dando lugar a un desenlace inesperado. Otro guión al más puro estilo de Tarantino, que Guy Ritchie sabe elaborar con la misma gracia. Tiene el punto típico de humor y una buena dosis de acción bien construida en relación con el argumento. Aún a todo esto, es otra película que los pequeños no van a poder ver, porque se volverán más vastos que un bocata de chapas y posiblemente intenten matar a vuestro gato. Si queréis un resumen de la película, te vas a la Wikipedia y lo lees o ves el tráiler.

               
         


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